jueves, 6 de enero de 2011

Algo extremo para iniciar el año
Adriana Braniff | Opinión
Jueves 6 de Enero, 2011 | Hora de modificación: 02:13


Vancouver, B.C. Canadá

Darse un chapuzón en las congeladas aguas del mar canadiense el primer día del año, en pleno invierno, cuando las temperaturas del agua oscilan entre los 3 y 9 grados centígrados es para muchos una completa y absoluta locura, pero también es una una tradición de ya más de 90 años aquí y en otras partes del mundo.

Este 1 de enero un total de 2, 246 nadadores tomaron el reto y desafiando el frío y los 6 grados centígrados del agua se sumergieron en la Bahía Inglesa (English Bay) de Vancouver, rompiéndose el récord del año 2000, cuando 1,128 participantes lo hicieron. Los más extremos lograron nadar 300 metros, otros solo 100, y algunos se conformaron con mojarse completa o parcialmente y salir corriendo.

Afuera, a 5 grados de temperatura, con chamarras, gorros y bufandas, cerca de 10,000 espectadores, entre ellos una servidora titiritando de frío, acudimos a ver a los valientes nadadores; todo un espectáculo que se realiza año con año desde hace 91 años. Algunos con traje de baño, otros enfundados en un disfraz, y uno que otro totalmente desnudo, todos con un mismo objetivo, empezar este 2011 frescos, muy frescos.

Tener a más de 2000 personas dentro del agua al mismo tiempo puede ser riesgoso , y es por eso que las autoridades están al pendiente de que no suceda una tragedia, sobre todo a sabiendas de que algunos aún están bajo los influjos de las bebidas espirituosas de la fiesta de la noche anterior. Es por eso que un equipo de 14 salvavidas bien equipados, unos en lanchas, otros en tierra, están en guardia en todo momento ante cualquier eventualidad. Y a decir del supervisor de playas de Vancouver, Glenn Schultz, lo más que ha sucedido es una que otra hipotermia.

Este evento comenzó en 1920 con 10 nadadores que tomaron el reto el primero de enero de ese año. Hoy en su versión numero 91, es todo un espectáculo que se espera con emoción. El impulsor es el Club de Nado de los Osos Polares, uno de los más antiguos y numerosos en el mundo, y cuenta con el apoyo de la Ciudad de Vancouver y del periódico The Vancouver Province para la logística.

Para entrar en la numerología hay que decir que la temperatura más baja que se ha registrado en el agua en pasados eventos fue de 3 grados centígrados en 1928 y 1985, bastante más fría que este 2011 y la más alta de 9 grados en 1992, 2000, 2001 y 2010. La nadadora con mayor edad participando en el evento fue Ivy Granstrom, mejor conocida como la Reina de los Osos Polares, quien participó a sus 92 años y por última vez el 1 de enero del 2004, cuando anunció que ésa sería su última participación después de 77 años consecutivos de haberlo hecho.

En 1992 se intentó registrar el evento para concursar por un récord Guiness por el mayor numero de nadadores, pero por sus características únicas, no se logró. Sin embargo, este reto anual de los Osos Polares Nadadores le ha dado mucha publicidad a la Ciudad de Vancouver a través de la radio y la televisión en todo el orbe.

El 1 de enero del 2012 se realizará la edición número 92 de tan singular evento. ¿Alguien quiere apuntarse para el próximo año?
Lo insólito del programa “Conduce sin Alcohol” Vancouver, B.C. Canadá
Adriana Braniff | Opinión
Domingo 26 de Dic., 2010 | Hora de modificación: 00:32


Siempre sí estará en operación el programa “Conduce sin Alcohol” los días 25 de diciembre y 1 de enero. Hasta hace poco no se sabía con precisión qué decisión tomaría la SSP con respecto a si se instalarían los alcoholímetros esos días o no. ¡Eso es lo insólito!. Siquiera proponerlo ya es nota. El punto no es si se improvisan las decisiones o si se toman al “ahí se va”, sino el dejar abierta la posibilidad de que algo tan insólito suceda.

Dentro del ya célebre maratón Guadalupe-Reyes, esas dos fechas arrojan a las calles innumerables conductores bajo los influjos de los festejos, brindis y posadas, y el sugerir que podría suspenderse el uso de alcoholímetros sería darles un cheque en blanco a los irresponsables bebedores.

Desde el extranjero tengo la oportunidad de comparar lo que sucede en otros lugares, y hoy quiero compartir con ustedes lo que leo en la prensa de aquí con respecto a estas fechas, los excesos del alcohol, y el volante. Lejos de suspender los programas para sacar a los conductores ebrios de las calles, se ofrecen alternativas creativas y seguras.

“Operación Nariz Roja” es una organización que opera en algunas provincias de Canadá desde 1984 y que durante las fechas navideñas apoya al programa “Conduce sin Alcohol” de estos lares. Consiste en un número telefónico al que se puede llamar para solicitar que un grupo de tres voluntarios acuda a asistir al volante a quien se encuentre indispuesto para manejar. Uno se encarga de conducir el auto, otro acompaña al cliente en la parte trasera y otro maneja el auto oficial de “Operación Nariz Roja”. De esta manera tiene la posibilidad de llegar a salvo a su casa, en su propio auto y no ser una cifra más de accidentes relacionados con el coctel de alcohol y volante. Los números muestran que a dos décadas de haber comenzado, la campaña ha tenido gran impacto y ha contribuido a concientizar a la población sobre el peligro que representa el conducir un automóvil bajo los influjos del alcohol, para el que lo hace y para los demás. Los principales patrocinadores del programa son las aseguradoras de autos de Canadá, y aunque el servicio es gratuito, el monto de donaciones que se recibe se canaliza a apoyar el deporte “amateur” del cada provincia.

Es cierto que un programa de esta naturaleza resultaría difícil de aplicar en ciudades tan complicadas como la Ciudad de México y que, peor aún, podría prestarse para delinquir; sin embargo, podríamos comenzar por no gastar tinta ni esfuerzo en debatir si se debe o no dar una tregua navideña al “Conduce sin Alcohol” ; hacerlo es definitivamente insólito y reprobable.

¿Manejarías mi trineo esta noche?